viernes, 30 de junio de 2017

OVD RÍO GALLEGOS, 1.861 DENUNCIAS EN AÑO Y MEDIO

Título original: Más de 1.500 denuncias de violencia atendió la OVD en un año y medio


La Oficina de Violencia Doméstica informó que desde enero de 2016 a junio de 2017 acudieron a ese organismo unas 1.861 personas afectadas por hechos de violencia familiar. De ellas 1517 oficializaron una denuncia. Se remarcó que el grupo más afectado corresponde a mujeres de entre 22 y 39 años.



La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de Río Gallegos informó ayer que desde el 1º de enero de 2016 al 28 de junio de 2017 acudieron a ese organismo dependiente del Tribunal Superior de Justicia de la provincia unas 1.861 personas afectadas por hechos de violencia familiar.
Además, en el relevamiento informado a través de un comunicado de prensa, se remarcó que el grupo más afectado corresponde a mujeres de entre 22 y 39 años (49,75%).
En tanto que se registraron en dicho período 1.517 denuncias, 344 consultas informativas y 110 consultas fuera del ámbito de la OVD. 
Las mujeres fueron las principales afectadas por violencia doméstica (70,08% adultas y 12,12% jóvenes y niñas). Los jóvenes y niños afectados alcanzaron 2,3% de los casos, y varones adultos el 15,58%.




El segmento que aparece como en mayor situación de vulnerabilidad corresponde a mujeres adultas de entre 22 y 29 años (25,16%), mientras que los restantes grupos etarios arrojan los siguientes porcentajes: 30 a 39 años (24,59%) y 40 a 49 años (12,18%) entre otros.




Los equipos interdisciplinarios de la Oficina evaluaron las derivaciones de dichas denuncias a la Justicia Civil en el 98% de los casos y a la Justicia Penal en el 78,97% de los mismos, se precisó.

Respecto a la relación entre “Afectada-Denunciada”, el vínculo que mayor conflictividad presenta en este período de tiempo lo constituyen las ex parejas (59%), siendo los ejes motivadores: los divorcios no resueltos, cuotas alimentarias, regímenes de comunicación no acordados respecto de los hijos en común y la negativa de una de las partes a dar fin a la relación de pareja. Asimismo, las uniones convivenciales se observan en un 9% y los cónyuges y novios en un 3 y 1 % respectivamente.
“Queda así en evidencia que los vínculos más conflictivos tienen lugar, en mayor medida, en aquellas situaciones en que ya se ha dado por finalizada la relación”, se remarcó en el informe.

Fuente: La Opinión Austral

PROYECTO DE LEY DE PROTECCIÓN A LAS VÍCTIMAS DE DELITO

La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley de protección a las víctimas de delitos, que fue impulsado por el Frente Renovador, y que había sido modificado en el Senado a fines de mayo, por lo que la propuesta tuvo que volver a ser aprobada por la Cámara Baja.



Por unanimidad, 219 diputados votaron a favor del proyecto de ley, y la sanción fue celebrada por distintos grupos de víctimas y familiares de víctimas que presenciaron la votación. La nueva ley sobre protección de los derechos y garantías les asegura la representación jurídica a las víctimas de delitos y crea la figura del defensor público de la víctima.

La iniciativa fue aprobada por el Senado el 31 de mayo luego de un debate que duró varios meses. En la Cámara Alta, fue aprobada por unanimidad con 58 votos a favor y devuelta con cambios a la Cámara de Diputados, que la había votado en octubre de 2016.

El proyecto plantea la creación de Centros de Protección y Asistencia a las Víctimas en todo el país y establece que quienes sufran delitos tienen que ser notificados sobre las excarcelaciones, los permisos de libertad condicional o las salidas transitorias que se le otorguen a los condenados y acusados.

La principal modificación que fue introducida por el Senado a la iniciativa aprobada en Diputados es la creación de la figura del defensor público de víctimas, cargo que ocupará un magistrado por cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires, 24 en total. Además, habrá 123 prosecretarios y secretarios letrados que pasarán a ser nombrados con el cargo de defensores coadyuvantes, a las órdenes de los 24 defensores públicos de las víctimas.

La propuesta también plantea otorgarles a las víctimas de delitos el derecho a participar de las declaraciones de testigos (a través de sus abogados); que las víctimas reciban asesoramiento y contención durante el proceso y la ejecución de la pena; habilita a quienes sufrieron un delito a constituirse como querellantes y a ser notificadas sobre las resoluciones tomadas durante el proceso judicial.

“Este proyecto otorga las víctimas un cúmulo de derechos que permite un particular tratamiento y un lugar óptimo dentro del proceso penal”, valoró la diputada radical Gabriela Burgos. Por su parte, Luis Petri (UCR) celebró que la iniciativa abandona el paradigma que concebía a las víctimas como “meros testigos”. “Había una posición que veía a las víctimas como meros testigos, que aparecían en el proceso simplemente para testimoniar y luego se tenían que retirar porque a partir de allí eran los fiscales los que tenían que continuar con la persecución penal pública”, destacó.

Tras el debate en Diputados, Matías Bagnato, una de las víctimas de delitos que apoyó la iniciativa, celebró que “ninguna futura víctima tenga que padecer y sufrir tanto el camino en la búsqueda de justicia”. “La satisfacción que tengo hoy es encontrarle un sentido a la muerte de mis viejos y mis hermanos”, destacó.

El proyecto de ley surgió luego de la movilización “Para que no te pase” que se realizó en octubre del año pasado, organizada por distintas víctimas de delitos que se se hicieron públicos, como Carolina Píparo (quien fue baleada en una salidera) y María Luján rey, madre de un joven que murió en la Tragedia de Once.

Fuente: Esclavitud Cero

jueves, 22 de junio de 2017

FORMACIÓN DE PROMOTORXS TERRITORIALES EN GÉNERO

Título original: Gils Carbó aprobó el Proyecto de Formación de Promotoras y Promotores Territoriales en Género


Prevé la capacitación de referentes  barriales y sociales de todo el país, quienes podrán acompañar a las mujeres y personas LGBTI que atraviesan situaciones de violencia y articular con las instituciones estatales, para la prevención y sanción de conductas delictivas. Las direcciones generales de Políticas de Género y de Acceso a la Justicia coordinarán la iniciativa, que también contará con la colaboración de la UFEM.


La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, aprobó hoy el Proyecto de Formación de Promotoras y Promotores Territoriales en Género, bajo el nombre “Red Territorial en Género” (RETEGER), que será coordinado por las direcciones generales de Políticas de Género y de Acceso a la Justicia y contará con la colaboración de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM).

De esta manera quedó formalizada la puesta en marcha de la iniciativa lanzada a nivel nacional el 15 de mayo de este año, con una jornada en la que participaron integrantes de las fiscalías federales de diversas jurisdicciones del país, miembros de la Dirección General de Acceso a la Justicia que cumplen funciones en las oficinas de ATAJO y referentes de organizaciones sociales. Además, el viernes 9 de este mes se llevó a cabo el primer encuentro de formación en la ciudad de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, del que participaron más de treinta y cinco mujeres y varones provenientes de toda la provincia. Junto a la titular del Ministerio Público Fiscal estuvieron en esa ocasión Néstor García y Andrea Lescano, el papá y la mamá de Micaela, la adolescente víctima de femicidio.

El objetivo de RETEGER es transmitir herramientas teórico-prácticas a referentes sociales y barriales, para que puedan acompañar a las mujeres y las personas LGBTI que atraviesen situaciones de violencia, mediante la conformación de redes comunitarias en distintas localidades del país que faciliten la articulación con las instituciones estatales pertinentes. Además, el programa -propuesto por las direcciones generales de Políticas de Género y Acceso a la Justicia, a cargo de Romina Pzellinsky y Julián Axat, respectivamente- contempla la realización de actividades para prevenir, concientizar y visibilizar la violencia machista.



Para ello se diagramó un taller de formación en temáticas de género, que se dicta durante cuatro meses y está destinado a las promotoras y los promotores de cada localidad que se integran voluntariamente al proyecto y quienes podrán, a su vez, oficiar de replicadoras/es de la formación y así extender la red. A esos efectos, ya se han elaborado los cuadernillos con el contenido completo de la actividad.



El rol del Ministerio Público Fiscal

“Uno de los problemas que se ha identificado por parte de los organismos nacionales e internacionales especializados en la temática es la escasa atención que se otorga a este fenómeno criminal en los sistemas de justicia, que redunda en una deficiente atención y protección a las víctimas y en mayores niveles de impunidad de estos delitos”, advirtió Gils Carbó en la resolución. “Es por ello que en materia de violencia de género, el rol central del Ministerio Público Fiscal es organizar y ejecutar las estrategias de persecución penal, de modo de hacer eficiente la persecución y sanción de la criminalidad de género. La jerarquización de las líneas de acción para abordar estos hechos es, así, un paso ineludible para transformar el modo en que el sistema de justicia aborda estos casos”, explicó la jefa de los fiscales. Para eso brindará su colaboración la UFEM, que encabeza la fiscal federal Labozzetta.

“El carácter federal de este Ministerio Publico Fiscal, su presencia institucional en todo el territorio nacional y el interés que se ha generado a partir de la visibilización de la experiencia previa, imponen avanzar en un proceso de federalización del proyecto, que tiene como objetivo trabajar sobre la prevención de la violencia de género en zonas de alta vulnerabilidad social, en línea con las funciones del organismo de velar por los intereses generales de la sociedad y por el acceso amplio a la justicia de todas/os las/os habitantes”, añade el texto de la resolución.

La génesis del proyecto

El proyecto es producto de la experiencia previa desarrollada entre  junio de 2015 y diciembre de 2016 en el Barrio Carlos Mugica de la Villa 31 y 31 bis de Retiro, como iniciativa conjunta entre las mencionadas  áreas a cargo de Axat y Pzellinsky, en conjunto con el Programa de Género y Diversidad del Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Actualmente está llevándose a cabo en la Villa 21-24 del barrio de Barracas.

Fuente: Fiscales.gob.ar

viernes, 16 de junio de 2017

PARA HIGUI LA LIBERTAD

El lunes pasado la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió a Higui la excarcelación extraordinaria. Eso significa que esperará en libertad el juicio oral. Estuvo casi ocho meses presa por matar a su agresor, por intentar defenderse de una violación, pero fundamentalmente por ser mujer, pobre y lesbiana. El reclamo por su liberación movilizó en todo el país a organizaciones de mujeres y de lesbianas. Los argumentos de su abogada, Raquel Hermida Leyenda, y el dictamen marcan un hito, ya que ponen sobre la mesa el concepto de violación correctiva, un método de tortura que pretende modificar la orientación sexual de las lesbianas, una figura que hoy no está contemplada en el Código Penal. ¿Cómo sigue el futuro de Higui y también el de todo un movimiento articulado en pos de su liberación y, a partir de ahora, de su absolución?


Atrás quedaron el grito seco “De Jesús” y el clic clic de las esposas. Las noches del Destacamento de San Martín, en las que apenas podía estirar las piernas. Las tardes en el penal de Magdalena, esperando la llegada de martes y jueves, los días de fútbol en la cárcel de mujeres. Hace cuatro días que Higui puede caminar libre.


La Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria el lunes al mediodía, a partir de los fundamentos presentados por la abogada defensora Raquel Hermida Leyenda. Antes de que se conociera el dictamen de la Cámara, Higui respondió preguntas de los jueces Carlos Julio Hermelo, Patricia Toscano y Javier Agustín Mariani.


Hasta entonces había dos posibilidades en juego: el pedido de prisión domiciliaria (a través del Juzgado de Garantías 6) y el pedido de excarcelación extraordinaria (libertad en espera del debate oral). La balanza se inclinó por la libertad de Higui.

Lesbianas, feministas, movimientos sociales, partidos políticos se movilizaron durante meses con consignas como “Higui presa por lesbiana, organizadas te vamos a sacar”, “Higui presa política del patriarcado”, “Higui mujer presa por defenderse de una violación”.

Por primera vez en la historia argentina, los disciplinamientos y abusos correctivos que padecen las lesbianas se suman a los reclamos de las organizaciones feministas. La noción de “violación correctiva” surgió hace más de una década, de las colectivas lésbicas y organismos de derechos humanos de Sudáfrica, para referirse a las violaciones que sufren las lesbianas para “curarles” la orientación sexual. Una forma de tortura para “sacarles el lesbianismo”. Y esos fundamentos los incluyó la abogada Raquel Hermida Leyenda en la defensa de Higui. El propósito de su defensa, junto con la absolución de Higui, es sentar jurisprudencia sobre la legítima defensa en casos de violaciones correctivas. La defensa de Higui fue la primera de este tipo en los tribunales argentinos.

En todo el país hubo movilizaciones y partidos de fútbol de mujeres y lesbianas por la libertad de Higui. El reclamo estuvo presente en las marchas del 8 de marzo y del 3 de junio en muchas ciudades. El documento Ni Una Menos incluyó, entre otras consignas, “El odio hacia las lesbianas mata”. También “Somos mujeres, somos lesbianas, travestis, trans y bisexuales. No hay una sola forma de ser llamada en femenino. La heterosexualidad obligatoria también es violencia”. Otras pedían por cese de discriminación laboral, cese de trabajos precarios y paridad para las lesbianas en los empleos estatales.



Pero la gran consigna de 2017, trabajada a partir del caso ocurrido en el barrio Mariló de Bella Vista, quedó redactada finalmente así: “Exigimos la liberación de Higui, atacada por lesbiana. Presa por defenderse de sus violadores. Presa política del patriarcado. 


Todas las violaciones se pretenden correctivas, pero sobre los cuerpos de las lesbianas son doblemente disciplinadoras. No vamos a tolerar más violaciones correctivas a nuestros derechos y nuestros deseos”.

En total son seis las menciones a las lesbianas en el documento del colectivo Ni Una Menos, que leyó en Plaza de Mayo la periodista Liliana Daunes. La enorme bandera verde “Libertad a Higui, atacada por lesbiana, presa por defenderse” encabezó la columna de mujeres y llegó a flanquear la Pirámide de Mayo. El canto “Para la Higui la libertad” se mezcló con la letra del poema “Torta”, de Clodet García, “aunque parezca que no soy, soy torta. Aunque parezca que soy, torta”. La Pirámide entre azul y lila, rostros pintados con témpera violeta, bigotes queer. La Pirámide de la ronda de las Madres. Y estas tortas empoderadas, en marea de cuerpos y voces, que también marcharon días antes contra la concesión del 2x1 a los genocidas del Plan Cóndor.

Entretanto, pocas horas antes de la libertad, ardían las redes sociales. Los hashtags #LibertadAHigui e #HiguiLibre se convirtieron rápidamente en tendencia. #HiguiLibre se mantuvo durante horas en el puesto número uno para Argentina. El arquero colombiano René Higuita ya le había enviado su solidaridad por twitter a la guardavalla argentina. A Higui le pusieron ese sobrenombre porque ensayó mucho la atajada escorpión, al estilo del ídolo colombiano. El apellido Higuita disparó el tuitazo a los medios internacionales. BBC Mundo, El País de España y Telesur estuvieron atentos al pedido de excarcelación extraordinaria.

Ahora comienza una nueva lucha: conseguir la absolución de Higui. Se defendió de un intento de violación correctiva. Si no se defendía, la iban a asesinar a golpes. Entonces, se trata un caso de legítima defensa. Por eso le corresponde la absolución.

Se viene una etapa de ajustes y reconfiguraciones políticas. Porque el caso Higui es político. Y lo es de muchas maneras. Desde la consigna más elemental del feminismo, “Lo personal es político”, hasta la intervención de partidos políticos, instituciones de la comunidad lgbtiq, feminismos y no-feminismos asamblearios y movimientos sociales sin (o con muy endeble) perspectiva de géneros. Higui en libertad analizará panoramas y hará elecciones. Tomará muchas decisiones, que dependen también del margen que le da la sentencia que le concedió la libertad en espera de la etapa del debate. No es fácil hacerlo. Juegan los miedos, las simpatías personales. Son muchos y diversos los movimientos políticos que la apoyan y las posiciones pueden diferir diametralmente. Higui se considera mujer lesbiana. Y no es lo mismo poner el acento en un término que en el otro. Pero una cosa es la movilización junto con las consignas, y otra cosa distinta, el expediente judicial. “Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana” -la frase que le gritaron a Higui antes de atacarla por la espalda- es la garantía de que a continuación llega la violación correctiva. Un agresor encima arrancando el pantalón y el bóxer, y un grupo de amigos moliendo a patadas a una lesbiana, son la confirmación de la violación correctiva y quizá también la muerte. El riesgo de cambiar la perspectiva “lesbiana” por una perspectiva genérica “mujer” es del orden de la coherencia.

Una vez más sonará en las calles la consigna “Organizadas ya te vamos a sacar”. Pero los tribunales no reciben consignas en los escritos sino fundamentos de hecho y de derecho.

La vida después

Mientras tanto, en algún rincón del país que no puede mencionarse, Higui aprende nuevamente el significado de la palabra libertad. Fueron ocho meses de contar baldosas dentro de un pabellón, de manualidades con botellas de plástico y de coser muñecos de peluche. De leer la Biblia. Son las cinco de la madrugada y el noticiero de la radio está hablando de ella.

Higui no puede creerlo. “Parece que estoy soñando”, es la frase que más pronunció en estos cuatro días, luego de haber recuperado la libertad. Está agradecida con las personas que la visitaron en la cárcel de Magdalena y en el Destacamento de Mujeres de Villa Maipú.

La libertad nunca podrá volver a ser lo que fue, para Higui. Ahora la libertad está velada por el miedo, miedo a toparse con varones, miedo a tomar decisiones, miedo por estar lejos de casa. Algunos amigos del hombre que mató, amenazan con vengarse. Para ellos una violación correctiva es algo “natural”, que puede pasar, por qué no. Una lesbiana debería callarse la boca. O morir.

Los sueños de Higui están hechos de guantes para atajar y herramientas de jardinería. Pero estos son días para pensar y ubicarse en su nueva situación. Tiene amigas y familiares que la ayudan a hacer más llevaderas las horas, hasta que el almanaque marque la fecha del debate oral.

Higui sigue soltera, hace tiempo que no tiene compañera. El puesto de arquera siempre es solitario, pero puede que ya no le quede tan cómoda esa posición en la cancha. Ahora hay un colectivo de lesbianas que corre a abrazarla.

Libérese
Noche helada en la Unidad 51 del Servicio Penitenciario Bonaerense. Llega el fax al penal. “Libérese a Eva Analía De Jesús”. Y otra vez el grito seco. Le ordenan juntar sus pertenencias. “Firme acá”. La letra chiquita y prolija. Del otro lado la esperaba un grupo de amigas. Es pasada la medianoche del martes 13 de junio.

Recién a las 23 se confirma el egreso del penal. Higui ya está lista para salir. Faltan algunos detalles de papeles. Van y vienen mensajes de guasap, inbox, messenger, confirmando la libertad de Higui. Pero la realidad efectiva la cantó el viejo y borroso fax: “Libérese”.

Atrás quedaron ocho meses de suplicio. Las patadas, el pantalón arrancado, las requisas, los viajes esposada.

La peor pesadilla de Higui, Eva Analía De Jesús (43 recién cumplidos), comenzó el 16 de octubre pasado en el barrio Lomas de Mariló, a metros del campo de golf de Bella Vista. Higui trataba de no volver a ese barrio donde le hacían la vida imposible por lesbiana. Era una regla que se había puesto para no tener problemas. Pero extrañaba a los sobrinos y quiso pasar a verlos. Se quedó un rato más y pasó por la casa de unos amigos. Le habían dicho que Cristian, uno de los varones del barrio que la molestaban, no andaba más por ahí. Pero se lo encontró en aquella casa. Higui se quedó un rato conversando, de compromiso.

Al retirarse, Cristian y otros dos hombres la siguieron a lo largo del pasillo. Y la frase que suena como un despertador en la conciencia de miles de lesbianas que no habían pensado todavía en su propia situación: “Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana”, le gritó el agresor. Higui se paralizó. Cristian la tira al piso y le pega patadas, no le da oportunidad de salir corriendo. Ella siente que no es el único hombre que le está tirando patadas por todo el cuerpo. Medio atontada por los golpes advierte que entre varios le rompen el pantalón para violarla. Como puede, Higui saca un cuchillo que lleva en el corpiño y se lo clava en el pecho. Defensa propia, ¿ alguna duda?



Fuente: Pagina 12 - Por Adriana Carrasco

domingo, 11 de junio de 2017

NO SON EXCESOS, NO SON ERRORES

En Argentina para presentar su libro Pax Neoliberalia -Editorial Madreselva- en el que recoge trabajos que analizan las relaciones y jerarquías sexo-genéricas en territorios distantes como Turquía y América latina, la filósofa feminista Jules Falquet habla de la violencia contra las mujeres como una forma de la tortura organizada por las guerras de baja intensidad a la vez que cruza radicalmente las cuestiones de género, de raza y de clase. Sin dudar, insiste en que mientras exista el capitalismo la violencia machista seguirá coartando vidas y mientras manifiesta su curiosidad por el movimiento Ni Una Menos alerta sobre las formas liberales del feminismo que en Europa se utilizan para cerrar la puerta a las poblaciones migrantes.



Constanza Niscolovos




La violencia doméstica no es solo un tema privado. Es público. Pero, además, tiene métodos y síntomas similares a los de la tortura. Y está dirigida, principalmente, a mujeres trabajadoras que son esenciales para las ganancias capitalistas. “Mientras no paremos el capitalismo y el neoliberalismo no va a parar la violencia porque van de la mano”, remarca la filósofa feminista Jules Falquet. 











Ella vino a la Argentina a presentar su libro Paxneoliberalia, perspectivas feministas sobre (la reorganización de) la violencia contra las mujeres, de Editorial Madreselva, en donde cuenta experiencias personales y trabajos académicos en El Salvador, México, Turquía, Francia, Alemania, entre otros países. Con una mirada global que va desde el uso del feminismo para cerrarle las fronteras a lxs migrantes hasta la admiración por el feminismo autónomo en tierra centroamericana, Falquet hace un aporte esencial para ligar las cuestiones de clase y raza a la pelea mundial contra la violencia hacia las mujeres.

“El feminismo está siendo utilizado por los gobiernos de derecha muy descaradamente para limitar la migración y para agredir a los hombres y las mujeres migrantes y eso va en contra de las luchas de las mujeres”, advierte Falquet que hoy se va a presentar en el Centro de Formación Profesional Número 24, de Morón 2538 (esquina Artigas) del Bajo Flores porteño, entre múltiples actividades que va a realizar durante quince días en Argentina invitada por la Editorial Madreselva.

Falquet se define como lesbiana y feminista. Y, fundamentalmente, como alguien que intenta combatir el racismo y el capitalismo. Vive en París. Pero sus pies conocen de la selva lacandona en México (donde participó de tribunales zapatistas) y del suelo tropical de Brasil de donde emergió el Movimiento Sin Tierra o El Salvador. Es Doctora en Sociología graduada en el Instituto de Altos Estudios sobre América Latina de la Universidad de la Sorbona y del Instituto de Estudios Políticos de Paris. La combinación entre teoría y tierra es imprescindible para hilvanar una mirada global no complaciente con fenómenos mundiales y locales.

Lo personal es político. Y ella descree de la lavada de cara de gobiernos de derecha en lo económico que, a cambio de explotación laboral o salarial, son capaces de ceder a políticas de diversidad sexual o matrimonio igualitario. Tampoco en lo personal cree en el matrimonio, ni fuera ni dentro de la ley, porque considera que la exclusividad provoca violencia. “No me gusta la dependencia exclusiva y que la felicidad de la otra persona dependa de tu relación con ella y de resolver todas sus expectativas sexuales y espirituales. No me gusta que me pidan eso ni pedirlo. Sí se puede ser muy fiel, pero la fidelidad no es lo mismo que la exclusividad. Vos puedes ser fiel a una idea, pero eso no significa que tengas una sola idea”, apunta.  



La violencia doméstica no es solo un tema privado. Es público. Pero, además, tiene métodos y síntomas similares a los de la tortura. Y está dirigida, principalmente, a mujeres trabajadoras que son esenciales para las ganancias capitalistas. “Mientras no paremos el capitalismo y el neoliberalismo no va a parar la violencia porque van de la mano”, remarca la filósofa feminista Jules Falquet. Ella vino a la Argentina a presentar su libro Paxneoliberalia, perspectivas feministas sobre (la reorganización de) la violencia contra las mujeres, de Editorial Madreselva, en donde cuenta experiencias personales y trabajos académicos en El Salvador, México, Turquía, Francia, Alemania, entre otros países. Con una mirada global que va desde el uso del feminismo para cerrarle las fronteras a lxs migrantes hasta la admiración por el feminismo autónomo en tierra centroamericana, Falquet hace un aporte esencial para ligar las cuestiones de clase y raza a la pelea mundial contra la violencia hacia las mujeres.


Entrevista


¿Por qué considerás que la violencia hacia las mujeres constituye una guerra de baja intensidad?

–Hay una guerra no declarada, no oficial, medio invisible y, al no ser declarada, no respeta las reglas mínimas de la guerra. Todo está permitido. Es interesante ver cómo se aplica, especialmente, a partir del 11 de septiembre del 2001 esta nueva forma de guerra que se libera de cualquier tipo de regulación clásica y de derechos humanos y ataca a civiles.

¿Qué opinas del fenómeno Ni Una Menos que nace en la Argentina?

–Me parece súper importante como el feminismo se reorganizó contra la violencia y el efecto continental. Pero quiero averiguar más durante mi visita a la Argentina par poder dar una opinión.

Durante las marchas y los Encuentros de Mujeres se producen asesinatos de mujeres en esas mismas fechas. ¿Qué implica esta lucha contra la violencia con la violencia enrostrada durante las protestas?

–Es triste y, en parte, desmoralizante ver que sigue la violencia. Pero sería un milagro que una marcha pudiera poner fin a un sistema que tiene una raíz de explotación del trabajo asalariado, productivo, sexual de las mujeres. Es lógico que la violencia siga. Y probablemente puede tener un efecto intencional que los medios saquen eso para intentar desmoralizar a las mujeres.

¿Estás de acuerdo con las teorías de Silvia Federici sobre la vuelta de la quema de brujas?

–Silvia Federici es muy interesante. La conocí cuando vino a presentar la traducción en francés de su libro y tenemos miradas parecidas aunque tengan un origen distinto. La reorganización de la violencia que toma la violencia contra las mujeres como su eje central es fundamental para la acumulación capitalista. Mientras no paremos el capitalismo y el neoliberalismo no va a parar porque van de la mano. 

¿Crees que la vulnerabilidad económica permite la vulnerabilidad a la violencia?

–No comparto el concepto de vulnerabilidad. Es como si dijéramos que el proletariado es vulnerable. Es un término psicologizante, desempoderante y victimizante que no nos sirve mucho. Las mujeres son explotadas, no son vulnerables. En la perspectiva del feminismo materialista francófono las mujeres son explotadas y apropiadas. Si solo fuéramos explotadas sería un lujo. Pero ni siquiera nos pertenecemos para vender nuestra fuerza de trabajo. Le pertenecemos al Estado, al padre y al marido: a los hombres. Las mujeres somos apropiadas y explotadas a través de la violencia y eso permite que haya violencia. Es un círculo vicioso.  Se dice que en Ciudad Juárez las mujeres son vulnerables y en realidad tienen una capacidad para el trabajo increíble, tienen mucha fuerza física para resistir los turnos de trabajo, están colocadas en una posición en donde es difícil que se defienden. Es distinto ser vulnerabilizada que ser vulnerable. Tienen la voluntad de defenderse pero les atan las manos.

¿Cómo enlazás la reorganización liberal con el recrudecimiento de la violencia hacia las mujeres?

 –Es muy difícil medir la violencia. Hay un recrudecimiento de las desigualdades sociales de clase y raza. El uno por ciento de la población mundial es más rica y tiene más propiedades que el 99 por ciento de la población. Es un capitalismo racista y sexista heteropatriarcal. Eso se da a través de una coerción brutal. El primer libro que escribí se llama Por las buenas o por las malas, las mujeres en la globalización, publicado en Colombia en castellano, en el comienzo de la aplicación de las políticas neoliberales más brutales, en los noventa y muestra cómo se intentó hacer participar a las mujeres en un capitalismo humano a través de microcréditos. Por eso fue muy importante el componente autónomo del feminismo continental.

 ¿El feminismo autónomo no se dejó utilizar por el capitalismo?

 –No fueron un brazo del Estado ni de organismos internacionales. Las feministas y lesbianas latinoamericanas empezaron a cuestionar, desde el sexto encuentro feminista en El Salvador, antes de la Cumbre de Beijing, en China, a las organizaciones no gubernamentales dirigidas por la ONU y la agencia de cooperación de Estados Unidos, que ha promovido esterilización forzada de mujeres afro e indígena. Esa reflexión fue muy novedosa.

 ¿Qué opinás de la pelea de la iglesia católica y evangélica contra lo que llama la “ideología de género”?

 –Es complejo. Yo estoy opuesta al pensamiento de género porque para mí es un debilitamiento del pensamiento feminista más radical. Yo me apego a una corriente de las relaciones estructurales de sexo. En cambio la perspectiva de género parte de la idea que hay una diferencia biológica que es el sexo y ahí la sociedad hizo una diferencia. Para mí eso es errado. No es por la vagina o el pene. Pero, obviamente, frente a otras concepciones retrógradas la vaina del género es un avance. La Iglesia católica muy claramente tiene un componente reaccionario con Juan Pablo II y Francisco porque están viendo que las mujeres estamos a punto de escapárseles. Y yo creo que un asunto esencial es que no quieren que se les escape el control del propio cuerpo a nivel de sexualidad y de la capacidad procreativa. Como saben que de todas formas la gente no va a poder cambiar el capitalismo y la gente va a estar jodida les avientan algo con que entretenerse. Por lo menos en Francia nos pusieron el matrimonio igualitario porque el gobierno socialista aplicó medidas económicas de derecha y no se diferenció en nada -ni en la política económica ni en la política exterior de la derecha- y en lo único que se podía diferenciar era en la cuestión moral.

¿Es una lavada de cara del capitalismo? ¿Es el efecto pink washing?

 –Son medidas que no cuestan como un aumento del salario. Dicen “se pueden casar” y no cuesta nada. En Francia, de todos modos, les salió el tiro por la culata porque hubo un gran revuelo y la derecha supo agarrarse de eso para repensarse.

 ¿Qué significa Ciudad Juárez en la lectura de la violencia hacia las mujeres en Latinoamérica?

 –A mí no me gusta decir que son crímenes misóginos porque la explicación de la misoginia es una explicación culturalista, no es una explicación material. Siempre son los otros los que son misóginos: son los negros, árabes, mexicanos, migrantes. Las clases populares. La misoginia es una forma de decir “son los otros” y de poner el foco en las cuestiones de sexo cuando para mí hay relaciones internacionales, relaciones sociales de clase y relaciones de raza. Las tres están co-construidas. Las mujeres que están matando son mujeres de clase y raza desprevilegiadas. Es muy importante para entender por qué las matan.

 ¿Por qué las matan?

 –Cada uno que mata a una mujer no tiene todo el esquema en la cabeza. Pero es muy significativo que maten y dejen asesinar a trabajadoras.

 ¿Hay un ataque a las trabajadoras?

 –Hay un ataque a los trabajadores. Los trabajadores más importantes, hoy en día, son mujeres porque están permitiendo unas ganancias muchos mayores que los varones. Las zonas francas donde hay maquiladoras, que es un dispositivo muy importante neoliberal, emplean mayoritariamente mujeres jóvenes. Están muy calificadas porque en la sociabilidad que han recibido como mujeres tienen calma, docilidad, la paciencia (aunque esa calificación no es reconocida y por eso no se tiene que pagar) pero permite muchas ganancias. También sobre las trabajadoras del sexo o del entretenimiento dicen también que no son calificadas pero han sido sociabilizadas para que sean seductoras, sepan agradarle a los hombres y eso también permite ganancias increíbles. Hay que reflexionar sobre eso para ver que sobre la mano de obra que permite más beneficios es la que más está siendo atacada para que no vea su valor o para que no tenga tiempo y energía para luchar porque están en la emergencia de no morir.

 Vos tomás como un emblema el caso de Dominique Strauss Kahn, ex director del FMI, que violó a una empleada doméstica de un hotel en Nueva York. ¿Por qué es un caso tan simbólico?

 –Los hombres crean la situación para poder ejercer violencia y ejerciendo violencia crean las condiciones para poder explotar. El mexicano, lejano, moreno, analfabeto, como lo ven desde Estados Unidos o Europa, no es el que ejerce más violencia sino un hombre blanco, educado y titular del FMI. No es la misoginia, sino algo más complejo político y económico. Siempre se ven a las pobres mujeres racializadas. Pero se me hace importante visibilizar dialécticamente la gente que está del lado privilegiado que son los hombres blancos burgueses. Siempre parece que son los jóvenes de bandas de Tijuana, narcos, pero el que manda más está en Francia y en el FMI.

 También hacés foco en las denuncias sobre abusos masivos en Colonia, Alemania, durante un 31 de enero, hace dos años, por parte de migrantes hacia mujeres alemanas, en una estación de transporte público como algo que estuvo armado.

–Las supuestas agresiones fueron mucho menores de lo que dijeron y, sobre todo, hubo robos. El circo que armaron estaba basado en mentiras mediáticas. Los medios de comunicación son soportes para vender publicidad y están en manos de los vendedores de armas. En Alemania la policía se metió mucho en la narración de esos acontecimientos. Los hechos de violencia sexual fueron muchísimo menores de lo que se manejó y hay una violencia ejercida por hombres alemanes mucho mayor de la que nunca se habla. El feminismo está siendo utilizado por los gobiernos de derecha, muy descaradamente, para limitar la migración y para agredir a los hombres y las mujeres migrantes y eso va en contra de las luchas de mujeres feministas y lesbianas. Es muy curioso y muy triste ver como el gobierno y la derecha y hasta la izquierda (que se ha vuelto de derecha) logran manipular y transformar las cosas y atacar a las y los migrantes a través de proclamas supuestamente feministas. 

Fuente: Página 12 - Soy - Por Luciana Peker

martes, 6 de junio de 2017

FEMICIDA ENMASCARADO EN "BIENESTAR" ECONÓMICO

TÍTULO ORIGINAL: Farré fue declarado culpable por homicidioo agravado y femicidio

El abogado Jorge Sandro ratificó que rige el fallo de prisión perpetua tras el veredicto emitido en forma unánime por el jurado, que encontró a Farré culpable de homicidio agravado por el vínculo matrimonial y por tratarse de un femicidio.



Durante su último alegato, Farré sostuvo, a través de una carta dirigida a sus hijos que no podía "explicar ni justificar lo que pasó". La defensa, por su parte, mantuvo la estrategia de pedir la inimputabilidad del acusado con el argumento de que estaba psicológicamente "enfermo" al momento del crimen, o que atenuaran la condena por haberse tratado de un acto en estado de "emoción violenta".


Las dos fiscales que intervinieron en el juicio -que celebraron la decisión del jurado- y los representantes de la querella coincidieron en que Farré era consciente de lo que hacía. "Durante el juicio se probó que la relación se daba en el marco de violencia de género, donde había violencia física, psicológica, verbal y económica", aseguró la fiscal Carolina Carballido Calatayud. "Fue un femicidio de manual y a sangre fría", agregó.

"El juicio transcurrió según nuestras expectativas", dijo a Página/12 el abogado querellante, Jorge Alberto Sandro. "Las pruebas y los testimonios que presentamos fueron convincentes y contundentes, mientras que las respuestas de la defensa no contestaron eficazmente: las explicaciones fueron insatisfactorias y no tenían respaldo", añadió el abogado.


Fuente: Página 12 


Nuestra mirada: Un femicidio más que ocurre en Argentina, con aristas diferentes que se entrecruzan, enlazan, decontruyen y construyen:  clase social , género y poder permitieron ser interrelacionadas y en el imaginario social, fueron y surgieron situaciones concretas de existencia: ocurre en todas las clases sociales. Las diferencias, las formas de llevar adelante este delito configuran contextos , pretextos y prejuicios diferentes, pero el fin es el mismo: una mujer muerta en manos de un varón en el que se cree dueño del cuerpo y de la vida de una mujer. El patriarcado comienza a resentirse. Igualmente o respeto, está tan arraigado y configura fantasmas, máscaras y laberintos, propio de transformarse según las circunstancias. NO LE TENEMOS MIEDO. 

LA VIOLENCIA SEXUAL ES UN CRIMEN PARA TODA LA COMUNIDAD

 Logró que la violencia contra las mujeres se declarara crimen de guerra por primera vez en la historia, en los juicios de la ex Yugoslavia y Ruanda. Es una de las mujeres que más sabe en el mundo sobre violencia sexual y crímenes de género. Esta célebre jurista, nacida en Estados Unidos en 1954, participa en el acto “Justicia para las mujeres víctimas de violencia sexual en el conflicto armado de Colombia”, organizado por Atelier ONGD en Valencia. AmecoPress ha podido hablar con ella.





Lleva toda la vida luchando contra la violencia sexual y en concreto contra aquella que se produce en el conflicto armado. ¿En qué situación estamos?






Es cierto que el Derecho Penal está tomando en cuenta más las agresiones sexuales, pero tenemos que avanzar mucho todavía. Hay evidencias de violencia sexual en muchos países que están en guerra, pero también en escenarios donde no hay un conflicto, los crímenes contra los derechos humanos no solo se dan en el marco de una guerra. Y eso todavía no se comprende bien.

¿Qué motivación tienen estas agresiones? ¿Qué busca, qué quiere comunicar quien la ejerce?

Es una agresión personal, pero también es una agresión a toda la comunidad. Producen humillación, vejación, miedo, para demostrar la fuerza, para someter a las víctimas…pero también a todos los que las rodean. Se usan como acciones ejemplarizantes, como muchos otros actos para destruir al enemigo, son una táctica. Son, repito, una agresión a toda la comunidad.

La legislación, los Tribunales, las sentencias ¿hacen evidente este tipo de violencia o sigue quedando oculta en el contexto de la guerra?

Estas agresiones contra los derechos humanos pueden perseguirse como crímenes de guerra si tienen relación con un conflicto armado, como crímenes de lesa humanidad si se dan en un ataque contra la población civil sistemático; o de genocidio si tienen intención de destruir a un grupo étnico, por ejemplo. 
Todos los crímenes internacionales son difíciles de perseguir. Pero la falacia de que los crímenes de violencia sexual son más complejos justifica que la impunidad prevalezca. Hay que investigarlos, perseguirlos, documentarlos y reparar a las víctimas. 
La legislación, los Tratados Internacionales son importantes, y de hecho estos crímenes ocupan un lugar central en el derecho humanitario, pero luego hay una interpretación que depende de los Estados nacionales y de la voluntad política.

¿Qué hace falta para impulsar su persecución?

Para combatir la impunidad hay que combinar de manera realista las medidas políticas y los recursos disponibles. Hay que educar a la sociedad e informar sobre las mujeres y hombres que han sufrido violencia sexual. Los profesionales que intervienen en el proceso, como jueces, investigadores, profesionales sanitarios y sociales, fuerzas de seguridad, necesitan formación constante. 




Las víctimas necesitan una reparación. ¿Cómo se afronta esto?

Estamos empezando. Todavía cuesta entender que la esclavitud sexual forma parte de la esclavitud. Cuesta entender que hablamos de una violencia contra la persona, la comunidad y el mismo Estado. Y también hay que tomar conciencia de que se necesitan fondos para poder reparar a las víctimas, algo que debe entenderse como un proceso normal de transición hacia la justicia.

En Colombia, tras muchos años de violencia, se está apostando por la paz, aunque no sea la paz soñada. ¿Se está contando con las mujeres en los procesos de paz? ¿Se está incluyendo la reparación de etas mujeres que ha sido dañadas por todos los bandos?

Prefiero no manifestarme sobre ese caso concreto.

Vivimos un contexto muy violento, el mundo está azotado por numerosos y terribles conflictos. Esto favorece el aumento de todo tipo de violencia, en el territorio en guerra y en los circuitos de huida, en contextos cercanos. Y como siempre, mujeres y niñas son las más perjudicadas.

Es así. Y es muy complicado. Por eso nosotros defendemos la idea de integridad sexual. Por ejemplo, en los campos de refugiados, es cierto que hay que prevenir y trabajar porque no se produzcan agresiones sexuales, que mujeres y niñas gocen de seguridad. Pero también es cierto que las familias tienen derecho a tener vida sexual, es importante promover espacios de salud en esos campamentos, que sean lugares tranquilos.

Fuente: AmecoPress.